Desde los años '80 es
creciente el número de estudios, investigaciones y evidencia científica que muestran
los aportes que ofrece la conexión sensorial con la naturaleza y los bosques, para la salud y el bienestar.
Por una parte destacan
los hallazgos del equipo de investigadores liderado por el Dr. Qing Li, en base
a los cuales fue creado el Shinrin-Yoku o Baño de Bosque, como parte de un
programa nacional de salud del gobierno japonés para prevenir y reducir los
altos niveles de estrés que afectaban severamente la salud y vida de la
población.
Los aportes de la naturaleza -rural y urbana- a la salud humana, que destaca este Equipo, incluyen los de relajación fisiológica y efecto positivo en la amígdala cerebral que favorece el procesamiento de emociones; mejora del microbioma, relacionado con el bienestar físico y mental; respuestas emocionales positivas, disminución de la ansiedad y de la depresión; fortalecimiento del sistema inmunológico y, aporte al bienestar, tanto en sentirse bien, como en fortalecer el significado y propósito de la vida personal.